miércoles, 18 de junio de 2014

REPORTAJE: EL RECLUTAMIENTO FORZADO DE MENORES: DE LOS JUEGOS A LAS ARMAS.

Por: Kevin Joel Chala Palacio

Colombia ha vivido en un estado de guerra casi indefinida por más de medio de siglo; las historias de aquellos que han sufrido los estragos de la guerra de forma directa, campesinos, indígenas, desplazados, soldados, nos deja ver que lo único que queda de la guerra al final, es mucho dolor para toda la nación que la ha soportado y ha luchado arduamente para conseguir la paz.

Pero hay que decir que esta guerra no sólo ha significado muertes, secuestros, crímenes e impunidad, sino que ha acabado con la vida de muchos que han sido obligados a unirse a las filas guerrilleras,  perdiendo su vida por entregársela a una causa que no les devuelve todo el esfuerzo que invierten en ella. Estas víctimas son los menores que se vinculan a grupos subversivos en contra de su voluntad; en otros casos logran ser persuadidos con promesas económicas que nunca llegan a cumplirse, o porque se les habla sobre el poder y  el uso de las armas.


Muchos niños y jóvenes han sido reclutados forzosamente, la mayoría de los casos con amenazas. Y la realidad es que los insurgentes eliminan la posibilidad de un mejor futuro para ellos; se puede decir que prácticamente son secuestrados con el fin de ser usados en la guerra poniendo la vida de estos menores en riesgo.

Colombia ha venido presentando un aumento en el reclutamiento forzado de menores. Hoy podemos hablar de un aproximado de  18.000 menores que hacen parte de los grupos armados al margen de la ley, principalmente las FARC y el ELN. Lo más lamentable, es que casi la mitad, 42%, de los integrantes de las FARC sean menores y en el caso del ELN  44% los insurgentes son menores. Es una situación muy reprochable el hecho de que los grupos guerrilleros usen a estos menores en el conflicto armado.
El Comandante  del Distrito Militar 1 de Bogotá, el Capitán Martínez, asegura que el Ejército Nacional así como otras instituciones como el ICBF, están muy alarmados por el alto número de reclutamiento de menores en las filas de los grupos subversivos, por tal razón han venido implementando programas de prevención del reclutamiento forzado, y programas de desmovilización para aquellos que fueron obligados a unirse a las guerrillas.

El Ejército reconoce las poblaciones y los departamentos con el mayor riesgo de reclutamiento infantil, y es por eso que ha realizado charlas, conversatorios y talleres para ayudar a aquellas poblaciones que se sabe que son afectadas por el flagelo del reclutamiento forzado; entre los departamentos con dicho riesgo están: Antioquia, Arauca, Cauca, Norte de Santander, Meta, Putumayo y Valle del Cauca.
El ejército ha efectuado los programas mencionados anteriormente en las poblaciones más afectadas dentro de estos departamentos, y ha obtenido buenos resultados.

El ICBF también ha logrado ayudar a muchos menores, pero en este caso se ha encargado de aquellos menores, niños y jóvenes, que se desvinculan de la guerrilla y los apoyan para reinsertarse en la sociedad obtienen beneficios por su desmovilización y finalmente los ayudan para que puedan llevar una vida normal.

En el caso de Bogotá, vemos un preocupante crecimiento en el reclutamiento de menores, no obstante en este caso, el número de menores que terminan en filas guerrilleras es más bajo en comparación con el resto del país; pues la principal razón por la que estos menores son reclutados es para hacer parte de bandas criminales que delinquen por toda la ciudad, cobrando extorsiones, expendiendo drogas e incluso cometiendo homicidios. Al igual que el reclutamiento de los grupos armados ilegales, no es por su voluntad sino por amenazas o persuasión.



Se habla de reclutamiento forzado y reclutamiento “voluntario” para explicar las razones por las cuales los menores terminan haciendo parte de los grupos armados o bandas criminales. El reclutamiento forzado sucede cuando los menores son amenazados o cuando encuentran en las armas un modo de supervivencia, es decir alimentación, vivienda etc. El reclutamiento voluntario se asume cuando el menor accedo por si mismo a unirse a grupos al margen de la ley, sin embargo esto sólo sucede porque los niños son persuadidos, ya que se les puede convencer con mayor facilidad.   

Es necesario que como colombianos no demos la espalda a esta situación, pues son los niños y jóvenes que seguirán construyendo la nación que les dejaremos como legado; es preciso apoyarlos para que no se vean involucrados en la guerra y tengan que sufrir por un conflicto que no comprenden.

A lo largo de los años, hemos visto como todas esas historias, que son realmente lamentables, conmueven profundamente al país y nos hace preguntarnos por el sentido de la guerra y cuál será el destino de nuestra nación si seguimos por este camino. 

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